El pequeño Sort, estaba molesto con la patita que tenía deformada y Luis le llevó a la clínica veterinaria, pensando que se debería a un golpe que se habría dado jugando con su compañera.
Pero la realidad ha sido bien distinta y después de realizarle varias pruebas, el diagnóstico del veterinario fue como una patada en el estómago; el peque, tenía un osteosarcoma muy agresivo que estaba atacando sus huesos y una metástasis extendida por los dos pulmones.
Le quedaban entre dos y tres semanas de "vida" y preferimos con el consentimiento de la protectora, quedarnos a su lado mientras partía, tranquilo y sin dolor, confiando en el que hace más de dos años cambio su mundo y le enseñó la cara amable del ser humano; Gracias Sort, por hacer que nuestra labor merezca siempre la pena♥
Belinda & Luis
