lunes, 3 de septiembre de 2012

Pequeño abuelito Pumuki.

Cuando las despedidas son tan repentinas e imprevisibles, consecuencia de un desgraciado accidente, no encontramos palabras que puedan consolarnos....

Tu partida, nos marca un antes y un después en nuestras vidas y nos llena de tristeza.
Ahora, es imposible ver nuestras buenas intenciones, solo queríamos verte feliz, hacerte sentir cuidado, querido y parte de nuestra familia, hasta encontrarte la tuya propia, como hemos tenido la inmensa fortuna de poder hacer en incalculables ocasiones.
Pero esta vez pequeño Pumuki, el huequito donde dormías al lado de nuestra cama, no quedo vacío por un final feliz.....esta vez abuelito no ha podido ser y este dolor inmenso lo llena todo, siempre te querremos peque. Belinda & Luis