Querido Spock, llegaste a
nuestra residencia hace ya tres largos años...un día tu queridísima dueña no
encontró como hacerte un hueco en sus planes de vida y acabaste fuera de un
verdadero hogar.
No sabemos, si tu paso por
diferentes lugares hasta llegar aquí, sería uno de los motivos de tus cambios
repentinos de humor o quizá era algo innato en tu forma de ser, desde luego no
sería para menos y estamos seguros de que la mayoría de nosotros también
estaríamos enfadados con el resto del mundo si nos tocara pasar por la misma
situación.
Con el paso del tiempo, tu
carácter se fue endulzando y comenzaste a ver el lado amable de la vida y sus
pequeños momentos de diversión y juegos; pero el destino no tenía previsto un
final feliz para ti pequeño y una tarde te marchaste de forma repentina, sin
que pudiésemos hacer nada por retenerte en este mundo.
Solo nos consuela pensar,
que cruzaste el arco iris con tu corazón menos enfurruñado y algo mas lleno de
buenos momentos donde te sentiste especial, querido y cuidado. Belinda &
Luis
